En noviembre de 1992 en la ciudad de La Habana, Cuba, tuvo lugar el XXIII Congreso de la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental en el que se decidió instituir el Día Interamericano del Agua. Participaron en esa reunión numerosas organizaciones vinculadas a la conservación y la protección de los recursos hídricos.
En 1993 se celebró por primera vez el Día Interamericano del Agua y se sigue celebrando anualmente el primer sábado de octubre. En el año 2002 se incorporó a esta iniciativa la Organización de los Estados Americanos (OEA). El Día Interamericano del Agua es una «celebración del agua en América». Ha servido para destacar la relación entre el agua y la buena salud, educar e influir en la opinión pública sobre su uso adecuado y eficaz y fomentar actividades relacionadas con el agua en la población escolar y la comunidad en general.